Antonio Carbajal Rodríguez nació en Ciudad de México el 7 de junio de 1929, e inició su carrera como arquero en el año 1942 en el Oviedo. Posteriormente defendió, por espacio de 16 años, el arco de la Selección de su país, actuando en los campeonatos mundiales de Brasil, Suiza, Suecia, Chile e Inglaterra.
México ha sufrido derrotas humillantes en los campeonatos mundiales y a decir verdad nunca ha conseguido una participación importante en este tipo de eventos, pero el aficionado charro reconoce que Carbajal se entregó por completo en la defensa de los colores nacionales y es por esta razón que siempre está presente en su corazón.
En Chile 1962 fue premiado, conjuntamente con el checoslovaco Schroif, como el mejor portero de este mundial en el cual por primera vez México obtuvo un triunfo, venciendo justamente a Checoslovaquia por 2 a 0.
Como todo arquero es un hombre de cábalas. Usaba debajo de las medias oficiales una blanca y otra negra, y además de eso, debajo de su camiseta de arquero, otra más tan vieja que debía ser lavada después de los partidos con detergente para bebé.
Aparte de sus momentos gloriosos, tal los detallados del Mundial de Chile 62', Carbajal tuvo sus momentos tristes, como los que le tocó vivir en los Juegos Olímpicos de Londres en 1948, donde ante una increíble Corea vio vencida su portería hasta en 5 ocasiones, pero esto fue antes de llegar a los mundiales y formó parte de un aprendizaje por el cual deben transitar todos los deportistas con pretensiones de llegar a ser figuras.
En el Mundial de México 70', en el cual ya no participó Carbajal, éste fue designado por la FIFA -en reconocimiento a sus méritos- para transportar la Copa Jules Rimet hasta el presidium donde se encontraba Sir Stanley Rous, la misma que instantes después iba a ser entregada al nuevo campeón. Y fue en este momento cuando Antonio Carbajal la tuvo entre sus manos, la acarició y la besó, y nadie más que Dios y los mexicanos saben todos los recuerdos y emociones que se agolparon en el corazón de Carbajal.
Pero ahí no quedó todo. Hace unos meses atrás, para ser mas exacto en julio de 1992, la FIFA, presidida por Joao Havelange, decidía ofrecer un homemaje, en su sede de Zurich, al famoso portero mexicano y reconocer de esta manera su espíritu deportivo y su enorme esfuerzo por estar presente en nada menos que 5 copas, más, incluso, que otros grandes del balompié mundial como Pelé, Uwe Seeler, Yashin o Rivera, por mencionar algunos.
Los aficionados mexicanos y el mundo, estará en el recuerdo de éste gran portero; y es de estos momentos que viven los hinchas, pero siempre teniendo presente a los grandes, a los que entregaron todo por su país, y uno de ellos es Antonio Carbajal.
En Chile 1962 fue premiado, conjuntamente con el checoslovaco Schroif, como el mejor portero de este mundial en el cual por primera vez México obtuvo un triunfo, venciendo justamente a Checoslovaquia por 2 a 0.
Como todo arquero es un hombre de cábalas. Usaba debajo de las medias oficiales una blanca y otra negra, y además de eso, debajo de su camiseta de arquero, otra más tan vieja que debía ser lavada después de los partidos con detergente para bebé.
Aparte de sus momentos gloriosos, tal los detallados del Mundial de Chile 62', Carbajal tuvo sus momentos tristes, como los que le tocó vivir en los Juegos Olímpicos de Londres en 1948, donde ante una increíble Corea vio vencida su portería hasta en 5 ocasiones, pero esto fue antes de llegar a los mundiales y formó parte de un aprendizaje por el cual deben transitar todos los deportistas con pretensiones de llegar a ser figuras.
En el Mundial de México 70', en el cual ya no participó Carbajal, éste fue designado por la FIFA -en reconocimiento a sus méritos- para transportar la Copa Jules Rimet hasta el presidium donde se encontraba Sir Stanley Rous, la misma que instantes después iba a ser entregada al nuevo campeón. Y fue en este momento cuando Antonio Carbajal la tuvo entre sus manos, la acarició y la besó, y nadie más que Dios y los mexicanos saben todos los recuerdos y emociones que se agolparon en el corazón de Carbajal.
Pero ahí no quedó todo. Hace unos meses atrás, para ser mas exacto en julio de 1992, la FIFA, presidida por Joao Havelange, decidía ofrecer un homemaje, en su sede de Zurich, al famoso portero mexicano y reconocer de esta manera su espíritu deportivo y su enorme esfuerzo por estar presente en nada menos que 5 copas, más, incluso, que otros grandes del balompié mundial como Pelé, Uwe Seeler, Yashin o Rivera, por mencionar algunos.
Los aficionados mexicanos y el mundo, estará en el recuerdo de éste gran portero; y es de estos momentos que viven los hinchas, pero siempre teniendo presente a los grandes, a los que entregaron todo por su país, y uno de ellos es Antonio Carbajal.
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